Hola a todos, y bienvenidos a este espacio. Si estás aquí, es probable que en algún momento hayas buscado la palabra “colombiajero” y te hayas preguntado qué significa. Hoy quiero contarte mi historia y la de esta palabra que se ha convertido en mi bandera. Más que un neologismo, ser colombiajero es un estilo de vida, una filosofía de viaje y, sobre todo, una forma de sentir y vivir la cultura de nuestra tierra.

Colombiajero en tour de grafiti en Bogotá.

El origen de Colombiajero

Para mí, un colombiajero es la persona que se aventura a explorar Colombia más allá de los destinos turísticos tradicionales. Es quien se sumerge en la cultura, prueba la comida en los puestos callejeros, conversa con los locales y descubre la belleza en los rincones menos explorados. Es alguien que viaja con la mente y el corazón abiertos, dispuesto a dejarse sorprender por la magia de este país. En esencia, es quien se atreve a “colombiar”, a vivir Colombia de una manera auténtica y profunda.

Mi historia: De turista a Colombiajero

Mi amor por el turismo no nació de la noche a la mañana. Como muchos, empecé a viajar por el mundo, visitando lugares exóticos y culturas lejanas. Sin embargo, en cada viaje, siempre había un sentimiento de vacío. No me conectaba de verdad con la gente ni con los lugares. Fue entonces cuando decidí regresar a casa, a Colombia, pero con una nueva misión: redescubrir mi propio país.

Lo que encontré me dejó sin palabras. Recuerdo mi primer viaje “oficial” como colombiajero. Fue a un pequeño pueblo en Boyacá. En lugar de ir directo al parque principal, me perdí por las calles empedradas, probé el pan de yuca más delicioso que he comido y pasé una tarde entera escuchando las historias de un abuelo en su finca. Ese día entendí que la verdadera riqueza de Colombia no está en sus paisajes de postal, sino en su gente y en la autenticidad de sus tradiciones.

Más allá de los estereotipos: La verdadera riqueza de Colombia

Recorrer Colombia me ha permitido vivir experiencias que no se encuentran en ninguna guía. He bailado currulao en la costa pacífica, he probado el café más puro en el Eje Cafetero y he navegado por la selva amazónica. Cada región, cada pueblo, tiene su propia alma, su propia historia.

He visto cómo la gente de la Guajira, con su resistencia y resiliencia, nos enseña sobre la importancia de la comunidad. He sentido la energía vibrante del Carnaval de Barranquilla, que es mucho más que una fiesta, es una manifestación cultural que une a todo un país. Y he admirado la belleza de los valles del Cocora, donde las palmas de cera se alzan hacia el cielo como guardianes silenciosos de nuestra biodiversidad.

Ser colombiajero es entender que la riqueza de Colombia radica en su diversidad cultural. Es apreciar un sancocho en el Valle del Cauca, un ajiaco en Bogotá y un mote de queso en la costa caribe. Es saber que la salsa caleña, la cumbia atlántica y el joropo llanero son la banda sonora de nuestra nación.

¿Quieres unirte a la aventura?

Esta aventura recién empieza, y quiero invitarte a que te unas a ella. Si te identificas con esta forma de viajar, de vivir y de sentir, este es tu lugar. En este blog y en mis redes sociales, comparto guías, historias, consejos y rutas para que tú también puedas “colombiar” y descubrir la verdadera esencia de nuestro país.

La invitación a ser parte de esta comunidad

Ser colombiajero es una forma de honrar y amar nuestra tierra. Es una invitación a dejar de ser un simple espectador y a convertirte en el protagonista de tu propia historia de viaje. Te invito a que me sigas en Instagram, donde comparto mis descubrimientos diarios y tips para que tu próxima aventura sea inolvidable.

Así que, si te atreves a “colombiar”, no olvides usar el hashtag #colombiajero para que podamos seguir construyendo juntos esta comunidad. ¡Nos vemos en el camino!


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